Así como heredamos de nuestros abuelos, padres, tíos, tías y familia el color del cabello, de la piel, de los ojos, rasgos de personalidad y todo aquello que se trasmite por los genes, también se hereda lo que esos familiares han sentido y vivido.
Así como heredamos de nuestros abuelos, padres, tíos, tías y familia el color del cabello, de la piel, de los ojos, rasgos de personalidad y todo aquello que se trasmite por los genes, también se hereda lo que esos familiares han sentido y vivido a lo largo de su vida, todos aquellos traumas que vivieron, esto se llama traumas familiares.
Estos son traumas como, miedos, ansiedad, depresión, pensamientos obsesivos, fobias y dolores se trasmiten de generación en generación, es decir, si uno de los abuelos ha vivido un trauma y esto ha generado un malestar emocional como un estrés postraumático, después de años de vivido se puede trasmitir ese dolor a sus hijos y los hijos a sus hijos.
También es importante, reconocer que se hereda la forma de dar amor, muchas veces nuestros padres nos dan amor y nos cuidan como ellos fueron cuidados y como sintieron el amor, actuando con nosotros, como fueron con ellos, guardado dolor, miedos hasta situaciones o vivencias que pueden cambiar la familia, lo que nos lleva a lo que se llama secretos familiares, los cuales son guardados con mucho cuidado para evitar ser descubiertos y generar un desequilibrio en la familia. Pero cuando un miembro de esa familia decide romper con lo que carga, con el dolor emocional que ha vivido, decide sanar su dolor y avanzar se genera un malestar familiar, pues la cadena se ha roto.
Por eso, muchas veces cuando un integrante de una familia decide iniciar un proceso de reconocimiento y sanación, todos aquellos que son beneficiados con ese malestar, con esa incapacidad de poner límites y que vienen cargando el dolor y en una zona de confort se molestan porque sienten que esa homeostasis (equilibrio) está en peligro.
Así que, la salud mental siempre ha sido un tabú, siempre se ha visto como algo malo, el que busca ayuda psicológica, el que busca orientación es el que está mal, hemos crecido en una cultura donde buscar ayuda psicológica no está bien vista, se cree que el único que busca o debería de estar en terapia es el “loco”, y no existe persona más valiente, más cuerda, con más amor propio que la que busca ayuda psicológica, y en medio de familias que son incrédulas que consideran que todo lo que se pueda vivir o hacer en un proceso psicológico no es válido o solo es perder el tiempo, se hace un poco más difícil de llevar, porque se siente el vacío emocional, quizás rechazo y critica constante lo que lleva a dudar de sí mismo y de lo que hace.
A menudo, podemos observar personas que inician su proceso, pero a escondidas, por miedo a ser juzgados o rechazados por la familia, una familia que viene cargando dolores, malestares, miedos, abandonos y muchas otras dolencias de generación en generación y están tan acostumbrados que le tiene miedo al cambio, porque sienten que todo lo que conocen como estabilidad y perfecto puede romperse y cambiar, ante ello, es mejor seguir en el mismo malestar y mostrar como malo, como equivocado al que quiere generar el cambio, haciéndolo sentir culpable de lo que hace, generando resistencia en las familias ante un miembro que esté buscando salir de ese ciclo y dolor generacional.
Lo que nos deja ver, que aun en muchas familias es un tabú hablar de salud mental, por ello, muchas personas prefieren seguir con el malestar que buscar ayuda, por miedo al rechazo.
Queremos ayudarte a superar los problema que existen en tu entorno familiar. Si nos aportas más información sobre tu
situación podremos entender mejor lo que pasa en tu relación: