En este artículo conoceremos el síndrome del niño hiperregalado, las consecuencias, y cómo prevenirlo con la famosa “regla de los 4 regalos”.
Ya ha pasado navidad, pero aún nos queda celebrar los Reyes, que se llevarán a cabo el próximo 6 de enero de 2023, y uno de los grandes protagonistas son los regalos, sobre todo si se festeja en familia y hay niños en ella. Los regalos suelen ilusionar a los más pequeños, pero obsequiarles en exceso puede significar un problema a futuro.
En este artículo conoceremos el síndrome del niño hiperregalado, las consecuencias, y cómo prevenirlo con la famosa “regla de los 4 regalos”.
Nuestra cultura nos inculcan que regalar objetos a los niños, ya sean hijos, sobrinos, nietos, etc., es la única forma de demostrarles nuestro cariño. Además, a los adultos, si de niños han sufrido una serie de “carencias” materiales, quieren suplir ese vacío regalándoles a sus hijos absolutamente todo lo que les pidan, llenando así la habitación de un gran exceso de juguetes y objetos que podrían llegar a sobreestimulados.
Este exceso de obsequios puede llegar a convertirlos en niños frustrados, con baja tolerancia a la frustración, con poca creatividad e imaginación, y posiblemente los vuelva más cómodos, debido a que tienen “todo servido” sin esfuerzo. Todo en su justa medida es funcional, y es un gran desafío para los padres y abuelos tolerar la culpa que los medios de comunicación nos intentan inculcar llenándonos de información y publicidad para el consumo.
Entonces,
¿Qué es el síndrome del niño hiperregalado?
Es un conjunto de signos y síntomas que se da a raíz de la costumbre de los padres de llenar de obsequios y objetos materiales para suplantar el tiempo de calidad que no pasan
con ellos, ya sea por estar trabajando o con otras ocupaciones diarias.
Este fenómeno se está dando cada vez con más frecuencia en estos tiempos, sobre todo en este mundo globalizado en el que vivimos, y con toda la información que proviene de los medios de comunicación masivos.
Este síndrome puede estar presente durante todo el año, pero es más agudo en las fiestas de navidad y Reyes. Por eso es importante estar presentes y prepararlos para poder intencionar conscientemente sus deseos y cómo conseguirlos, por ejemplo, portándose bien, haciendo deberes, etc.
Este nuevo hábito por parte de los padres trae como resultado consecuencias negativas para los niños, entre las que se destacan:
- Berrinches y caprichos cada vez más extremos, debido a la baja tolerancia a la frustración y falta de límites.
- Disminución de la creatividad y la imaginación.
- Pérdida de ilusión hacia cualquier situación que se les presente.
- Egoísmo.
- Dejan de valorar y agradecer lo que ya tienen.
- En un futuro, en casos extremos, puede crear adultos poco responsables que esperan que los demás se encarguen de todo.
¿Cómo podemos prevenirlo el síndrome del niño hiperregalado?
Claro que podemos regalarles juguetes a los niños, ya que la actividad lúdica y la ilusión de tener aquello que desean forman parte de su vida y de su desarrollo personal.
Especialistas sugieren aplicar una técnica llamada “La regla de los 4 regalos”. La cual consiste en confeccionar con el niño o niña una lista específica y poco extensa de regalos que desean y pensar en opciones que realmente sean útiles y necesarias:
Regalo 1: Algo útil. Es decir, algo que consista en una prenda de vestir, por ejemplo, unas zapatillas, una chaqueta, etc.
Regalo 2: Algo educativo. Existen infinidad de juguetes que sirven para estimular distintas capacidades al niño o niña. Ejemplos pueden ser rompecabezas, cuadernos para colorear, un instrumento musical.
Regalo 3: Algo que realmente deseen. Aquí hay que dejarle al niño o niña darle rienda suelta a su imaginación, y qué es lo que realmente le hace ilusión tener (dentro de las posibilidades económicas, claro), fomentando la costumbre de elegir solo una cosa, así podrá valorarla.
Regalo 4: Algo que necesite. Preguntarle abiertamente al niño o niña qué es lo que les hace falta para sus actividades extraescolares ayudará a que tome responsabilidad para administrar sus útiles y herramientas personales para aprender. Puede ser, por ejemplo, lápices de colores o un objeto deportivo si es que practica alguna actividad.
Apostar a la calidad, más que a la cantidad, para evitar la sobreestimulación, es fundamental para un buen desarrollo emocional de los más pequeños, y lo más importante, buscar actividades en común para pasar tiempo con ellos para brindarles el amor y calidez que necesitan.
Queremos ayudarte a superar los problema que existen en tu entorno familiar. Si nos aportas más información sobre tu
situación podremos entender mejor lo que pasa en tu relación: