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La demencia se refiere a un deterioro de la capacidad mental, no describe una enfermedad específica, más bien comprende un gran número de síntomas que están relacionados con desgaste o deterioro de la memoria y la habilidad de pensar que afectan la disposición de una persona para llevar a cabo sus funciones diarias.
La demencia puede deberse a deterioro de las células del cerebro que impide a las células del cerebro comunicarse entre ellas, afectando los sentimientos, comportamiento y pensamiento. Cuando en el cerebro se ve afectada una de las zonas o región del cerebro con una determinada función esta no puede ejecutar sus competencias normalmente.
Existen tipos determinados de células en el cerebro asociados a diferentes tipos de demencia. Las células del hipocampo donde se ubica el aprendizaje y la memoria del cerebro son las primeras en sufrir daño ante la presencia de demencia. Por esta razón la pérdida de la memoria es uno de los principales síntomas en aparecer.
Un ejemplo común de la demencia es el Alzheimer, sin embargo, el déficit de vitaminas y los problemas de la tiroides pueden generar síntomas de demencia. Para las personas con problemas de pérdida de memoria es muy difícil aceptar su condición y se rehúsan aceptar sus síntomas que para sus familiares o amigos son evidentes.
Los síntomas que presenta una persona con demencia son muchos y muy variados; por ejemplo, algunas funciones mentales se afectan gravemente, como la memoria (a corto plazo), el lenguaje, la comunicación, la concentración, la atención, la percepción visual, el juicio y el razonamiento.
La mayoría de las enfermedades relacionadas con la demencia son progresivas van avanzando lentamente y se van agravando gradualmente. Por ello una persona con problemas de memoria no debe ignorarlo y acudir al especialista para diagnosticar las causas, el diagnóstico anticipado permite que el paciente pueda beneficiarse de manera óptima con los tratamientos disponibles, muchos síntomas de la demencia se pueden revertir.
Para determinar si una persona presenta problemas de demencia, no hay una prueba única, generalmente se estudian los antecedentes médicos, pruebas de laboratorio, exámenes físicos y el comportamiento y pensamiento propio y cotidiano del paciente. Un médico puede determinar que una persona tiene demencia, pero es más difícil determinar el tipo de demencia, para ello se debe acudir a un neurólogo o neuropsicólogo.
Para los casos de demencia progresivas (como el Alzheimer) no hay un tratamiento que detenga, haga más lento o lo cure. Lo que existen son tratamientos farmacológicos que ayudan aliviar o mejorar los síntomas transitoriamente.
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