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La mayoría de las personas tienen traumas de inseguridad personal, baja autoestima, relaciones abusivas, dependencia afectiva que fueron alimentadas desde la niñez hasta la edad adulta de manera muy dolorosa, afectando sus relaciones presentes con muchos complejos.
Estos trastornos siempre encuentran la manera de salir a la luz, lo que nos pasa en la infancia es de suma importancia en nuestro desarrollo emocional. Hechos como el abandono, la muerte de uno o los dos padres, la violencia en el núcleo familiar, la violencia física y psicológica, los abusos, el bullying son sólo algunos de los problemas que pueden afectar el comportamiento, generar trastornos psiquiátricos y problemas en sus relaciones en la edad adulta.
Todas estas situaciones disfuncionales generan problemas de identidad por no saber quién eres o lo que quieres. Durante la infancia se consolidan las bases de la seguridad, de sentirse apreciado y querido, la confianza en sí mismos.
Si esas bases se ven amenazadas a temprana edad, comenzamos a tener angustia y se pierde la oportunidad de desarrollar nuestra identidad, seguridad y optimismo y va apareciendo un sentimiento de vacío que no se logra llenar con nadie y genera relaciones destructivas.
El sentimiento de esperar que sean los demás los que nos llenen y nos den aquello que no tuvimos y que anhelamos causa mucha frustración y comportamientos destructivos en las relaciones adultas, que los llevan a soportar engaños, manipulación, amistades y parejas que te lastiman solo con la finalidad de no estar solos y alimentar esas carencias emocionales.
Ese adulto es una persona que no puede amar sin miedo, es controladora, tiene una baja autoestima producto de las alteraciones de sus procesos de apego. Lo que lo lleva a mantenerse solo para evitar sufrimiento o que le hagan daño, se vuelven personas frías y con una gran falta de confianza. Por otro lado puede presentarse el caso de personas que tienen una necesidad enorme de tener un vínculo afectivo con alguien, creando mucha dependencia que le causa un miedo exagerado a ser abandonado o que los dejen de querer y a dejarse manipular por el otro.
Los traumas de la infancia generan mucha infelicidad al adulto, no le permite desarrollarse ni atender su vida de manera adecuada por lo que la persona no avanza ni obtiene un equilibrio que le proporcione bienestar.
Queremos ayudarte a superar tus problema de pareja. Si nos aportas más información sobre tu situación podremos entender mejor lo que pasa en tu relación:
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