Insomnio por coronavirus

La actual crisis mundial por el Coronavirus ha hecho que todas las personas sientan un estrés muy alto, manifestándose el insomnio o poco descanso al dormir. Se manifiesta una tasa mundial de insomnio en crecimiento, sobre todo en etapa de confinamiento estricto. EL porcentaje de aumento del insomnio se ha presentado en aumento desde un 13% hasta un 40%, esto según estudio que fueron realizados meses posteriores al inicio del confinamiento radical. 

Podríamos asegurar, que muchos de nosotros ahora estamos padeciendo de insomnio. Esta pandemia, en su segundo año, continúa sacudiendo nuestra vida y nuestra rutina diaria, el distanciamiento social nos limita enormemente la vida, así mismo, nos afecta en el ámbito laboral dejándonos como consecuencia mucha incertidumbre que es una situación crítica  para tener un sueño reparador. 

A causa de este insomnio, nuestra salud se ve afectada, así como también se ve afectada la productividad. Aun así, la gravedad del problema puede ocasionar cambios, pueden surgir nuevos elementos en la manera que se tratan los trastornos del sueño. 


No es fácil vivir con insomnio, sea en tiempo de pandemia o no, nos causa trastorno en la vida. Presentar constantemente trastornos del sueño provoca dificultad en la salud a largo plazo, como ansiedad, enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes y depresión. EL trastorno del sueño también ocasiona problemas en el trabajo. 

Estudios han demostrado que el no dormir bien, incrementa la posibilidad de cometer errores, afecta el estado de ánimo, aumenta los tiempos de reacción y arruina la concentración. 

Son muchas las personas que ante esta pandemia están sufriendo de insomnio, así que esto es una consecuencia que muchos viven como consecuencia de los cambios que nos ha tocado vivir en tiempo de COVID. 


En el tema laboral afecta mucho el insomnio, muchas personas por el coronavirus han comenzado a trabajar desde su casa realizando teletrabajo. Anteriormente íbamos a nuestro puesto de trabajo y al regresar a casa descansábamos y nos relajábamos.  Pues bien, ahora estando en casa realizamos menos actividad física y no estamos expuestos a los rayos de luz natural, lo cual nos favorece para dormir mejor.  

En confinamiento solemos tener límites menos claros entre el trabajo y el descanso en el hogar, en la mayoría de los casos, las personas suelen quedarse despiertos hasta más tarde. Dejar el trabajo en el lugar de trabajo, es esta época de coronavirus, algo imposible. 

A esta situación le sumamos el hecho que extrañamos nuestros amigos, nuestros pasatiempos, la distracción que nos alivia el estrés o sus canales de relajación vitales. 

Algunos de estos trastornos del sueño se han vuelto duraderos y crónicos. Como la pandemia ha durado muchos meses más de lo esperado, existe alta posibilidad que estas cifras de insomnio no disminuyan. Estar en exposición a luz azul retrasa el poder conciliar el sueño. 

Uno de los tratamientos más común para ayudar a solventar el problema del insomnio es la terapia cognitiva-conductual conocida por sus siglas TCC-I, con este tratamiento se busca lograr una mejora en la higiene del sueño realizando cambios de rutinas o comportamientos.