La resiliencia del turismo frente al coronavirus

El sector turismo es muy propenso a caer en riesgo y en crisis ante cualquier suceso repentino o por acontecimientos que provoquen un vuelco en la vida turística en un destino determinado. 

La estructura del turismo está conformada por el trabajo en grupo de muchos proveedores y empresas, enfrentándose a los cambios climáticos, incidentes que ocasionan inseguridad, entre otros factores que hacen muy vulnerable al sector. 

Mantenerse a flote en el mercado va depender de la capacidad de reacción y resistencia ante los hechos adversos actuales por el coronavirus. Por ello se debe realizar un trabajo muy fuerte que establezca acciones de adaptación a los nuevos acontecimientos y medidas de prevención concretas de largo alcance. Teniendo en cuenta que los cambios ocurridos son permanentes y hay un factor que no se puede obviar que es la incertidumbre. 

Son muchos los factores que se deben tomar en cuenta en un futuro entre diversos organismos para la seguridad tanto de los países como de las aerolíneas y los usuarios o turistas, en cuanto a la protección de la salud.

Las empresas turísticas han sido un sector muy afectado económicamente por el coronavirus, donde millones de puestos de trabajo han desaparecido. 

La cancelación de vuelos, el cierre de una gran cantidad de hoteles, la prohibición de viajes, cruceros trae consecuencias graves que afectan también a proveedores y pequeñas y medianas empresas, que se ven obligadas a desechar sus planes a corto, mediano y largo plazo.

Las aerolíneas, son de las principales compañías en padecer la paralización de actividades y la caída de demanda. Solo algunas, están en capacidad de sobrevivir a esta situación financieramente.

El turismo está pasando por una de las peores crisis de la historia a nivel mundial debido al coronavirus. Sin embargo, de acuerdo a estudios y propuestas de los mejores escenarios posibles de estacionalidad del virus, este sector podría recuperarse para el último trimestre del año. Las razones son diversas, entre las más importantes se destaca la recuperación de la confianza de los consumidores y la muchas empresas podrían reactivarse y volver a su rumbo en unos 6 meses.

Desde ya el sector turismo debe elaborar un plan que le permita seguir resistiendo la situación generada por el coronavirus y planificar las estrategias necesarias para actuar en el momento que se active nuevamente la economía a nivel mundial. 

Planificando lo que se desea ofrecer a esta nueva situación del turismo local, nacional, regional e internacional. Incluyendo un mejor servicio para aumentar la competitividad.