Desde que hace unos días se activó el decreto de Estado de Alarma, todos los ciudadanos deben permanecer en sus casas sin posibilidad de desplazarse, salvo que sea para ir a trabajar, comprar alimentos o bienes de primera necesidad, cuidar de personas dep
Desde que hace unos días se activó el decreto de Estado de Alarma, todos los ciudadanos deben permanecer en sus casas sin posibilidad de desplazarse, salvo que sea para ir a trabajar, comprar alimentos o bienes de primera necesidad, cuidar de personas dependientes y/o cualquier otra actividad que esté justificada o sea urgente.
Este estado de aislamiento puede generar una sensación de temor y angustia. Muchos padres, además, deben compaginar el tele-trabajo con tener -y entretener- a sus hijos, cocinar para ellos, atender sus necesidades, etc. con el estrés y la carga mental que todo ello conlleva. Con todo, hoy en día en la mayoría de los hogares españoles se dispone de conexión a Internet, lo que facilita en cierto modo que el aislamiento sea menos duro de lo que a priori pudiera parecer.
Medidas para combatir el aislamiento
Vamos a ver algunas medidas simples que todos podemos poner en marcha para favorecer una mejor adaptación a esta situación excepcional.
Mantén a raya tu sistema inmune
Los estudios sobre los efectos de la soledad sugieren que cuando las personas carecen de conexiones sociales es más probable que sufran de problemas de salud. Por ejemplo, los adultos mayores que no pueden salir de sus hogares debido a problemas de movilidad son más susceptibles a enfermedades, como problemas cardíacos. La buena noticia es que el período de autoaislamiento necesario para el coronavirus no debe dar lugar a ningún cambio marcado en el funcionamiento del sistema inmunológico. Pero durante el aislamiento puede ser una buena idea tratar de mejorar la respuesta inmune; hacer ejercicio y obtener suficientes vitaminas, tomando el sol si es posible, pueden ser una buena manera para mantener a raya las defensas (aunque, a diferencia de algunas fuentes de Internet, no es ninguna cura). También se cree que escuchar música alegre o ver una película son actividades agradables que pueden mejorar la función inmunológica.
Crea rutinas y estructura tu día a día
El aislamiento puede provocar en algunas personas problemas de salud mental. En una investigación realizada con tripulantes durante el invierno, se encontró que más del 60% de los sujetos informó sentirse deprimido o ansioso; y casi la mitad de ellos se sintió más irritable y tuvo problemas con la memoria, el sueño y la concentración. Obviamente, el autoaislamiento por motivo del coronavirus no va a ser tan extremo o tan largo como para aquellos expuestos a un invierno ártico y, por lo tanto, el impacto sobre el bienestar mental probablemente sea menos extremo. Sin embargo, sí es cierto que muchas personas van a tener dificultades para dormir (insomnio), sentimientos de inquietud o tristeza, y pueden sentirse desmotivadas o experimentar un estado de ánimo bajo. Con todo, para combatir estos problemas es importante mantener una estructura y una serie de rutinas para el día a día. Por ejemplo, tener un horario fijo para las comidas y la hora de acostarse puede ayudar en este sentido. Además, planificar actividades y establecer objetivos también puede ser una gran ayuda para mantenerse motivado y evitar sentirse deprimido
No olvides el contacto social
Una razón obvia por la cual las personas aisladas pueden sentirse deprimidas o ansiosas es que no pueden recurrir al apoyo de amigos y familiares para ayudarles a lidiar con la difícil situación y compartir sus preocupaciones. Los estudios científicos también sugieren que sin ese apoyo social, las personas pueden recurrir a estrategias de afrontamiento menos positivas, como consumir más alcohol, por ejemplo. Por lo tanto, durante el autoaislamiento hay que procurar mantener el contacto con las redes sociales y familiares. Esto puede ser tan simple como llamar a un amigo para conversar, enviar un correo electrónico a alguien o unirse a una discusión a través de las redes sociales. Se ha demostrado que comunicarse con un amigo es mejor para la salud mental que tomar una copa o dos de vino cuando se quiere desconectar de la realidad.
Procura evitar los conflictos
En algunos hogares, las personas están aisladas junto con un pequeño grupo de personas, ya sean familiares o compañeros de piso. Esto puede limitar la soledad, pero también puede presentar otros desafíos; a saber, la posibilidad de que se produzcan discusiones o conflictos entre miembros del grupo. Incluso aquellas personas a las que queremos con locura, como nuestra pareja, pueden ponernos nerviosos cuando estamos confinados junto a ellos el tiempo suficiente. Una estrategia para reducir el conflicto es distanciarse temporalmente el uno del otro: si comienzas a sentir que es probable que una situación se intensifique, es una buena idea tomarse al menos un tiempo de espera de 15 minutos. Por ejemplo, os podéis ir cada uno a una habitación y dejar que la situación se relaje. Normalmente, después de ese tiempo de calma y reflexión, las razones por las que se inició la discusión pierden fuerza y no parecen tan importantes como al principio.
¡Haz ejercicio y mantente activo!
Diversas investigaciones sugieren que el ejercicio puede contrarrestar los efectos negativos del confinamiento. En términos generales, se ha observado que 20 minutos de ejercicio físico al día pueden mejorar el estado de ánimo mediante la liberación de endorfinas, así como reducir la sensación de tensión. No es necesario machacarse el cuerpo ni hacer actividades maratonianas; basta con mantenerse activo, y una buena manera de hacerlo es aprovechar las ventajas que nos ofrece estar siempre conectados a Internet: podemos utilizar aplicaciones de móvil o vídeos de la red en los que nos invitan a copiar rutinas de ejercicios básicos y muy fáciles de llevar a cabo. ¡No hay excusas para no hacer ejercicio!
Si el aislamiento te supera, busca ayuda profesional
Finalmente, es importante recordar que si sientes que el aislamiento está teniendo un impacto muy negativo sobre tu salud mental, debes buscar ayuda profesional. No todas las personas son capaces de afrontar un aislamiento de este tipo y salir indemnes. Hay a quien una situación así le desborda y la mejor manera de hacerle frente es acudir a un psicólogo cualificado para que le asesore y le proporcione herramientas psicológicas eficaces para aprender a afrontar el aislamiento en mejores condiciones. Una opción muy recomendable son las apps de psicología online, como Psonrie, que te permiten seleccionar al psicólogo o la psicóloga que quieras y realizar la terapia psicológica desde la comodidad de tu casa y de forma totalmente anónima.
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