Los romances en la oficina, pueden ser perjudiciales, pues estos traen consigo muchos rumores y chismes
Las relaciones de pareja son cada vez más frecuentes en las empresas, es más, se podría asegurar que las relaciones de pareja dentro de una empresa son más habituales de lo que nos imaginamos, se estima que un 40% de las personas han tenido algún tipo de atracción hacia otro miembro de su entorno laboral. La lógica de esto es simple, pasamos la mayoría de las horas de un día en nuestro sitio de trabajo, haciendo esto casi inevitable que desarrollemos ciertos sentimientos con alguien en particular. Al final, muchas teorías indican que las relaciones de pareja son comunes en el entorno laboral, pues existe un contacto diario frecuente que se nos hace familiar.
Más allá de esta realidad, existen variables de interés, muchos romances en la oficina dan paso a la existencia de la infidelidad. Hay trabajadores que sostienen una relación previa y terminan engañando con algún otro miembro del equipo de la empresa. Eso puede ser un tema interesante a tratar y que tiene influencia en diversas variables que se pueden prestar a análisis.
Los romances en la oficina, pueden ser perjudiciales, pues estos traen consigo muchos rumores y chismes por parte de los demás compañeros de trabajo. Las relaciones de pareja dentro de una oficina pueden evocar algo idílico con un final feliz. Aun así, estas relaciones que se dan en ambientes laborales no son del todo vivencias satisfactorias y mágicas.
Cómo prevenir los conflictos generados por las relaciones de pareja en la oficina
Al tener una relación de pareja en una misma empresa, se debe tomar en cuentas todos los beneficios y conflictos que esto puede ocasionar, estás son algunas sugerencias para prevenir los posibles conflictos:
Trabajar en departamentos distintos o colaborar en diferentes proyectos
Puede suceder que si trabajamos en la misma empresa que nuestra pareja, sea inevitable estar relacionados en alguna actividad o la distribución de los integrantes de un equipo haga imposible que estén separados. Lo recomendable es tratar de evitar estar en un mismo equipo de trabajo con la pareja, hay que intentar estar cada uno involucrado en un proyecto diferente, así como bajo la supervisión de líderes diferentes. De esta forma, se pueden prevenir algunas diferencias personales que la pareja pueda tener. También es importante comentar, que de esta manera se evita la saturación por pasar tanto tiempo con la pareja.
Apartar lo profesional de lo personal
Las emociones, los sentimientos y la confianza, pueden ser factores que pueden hacer complicado el poner límites y separar la relación personal de la profesional, lo importante es aprender a separar la relación y se puede lograr con práctica. Ya cuando nos encontramos fuera de la empresa donde trabajamos, se puede actuar con libertad y espontaneidad, tal y como se comporta cualquier pareja.
Un detalle que se puede tener en cuenta hacer dentro de la oficina, es nombrar a la pareja por su nombre de pila, evitar usar apelativos y apodos informales que utilicen fuera de la empresa donde trabajan. También es importante recordar, tener un poco de control sobre los temas de conversación dentro del puesto de trabajo, evitar temas privados durante el horario laboral, muchas veces se hace difícil controlar este tipo de conversaciones, pero es necesario aprender a reservarlas.
Controlar las exigencias frecuentes
Esto se refiere a la demanda e interacción que se realizan con la pareja dentro del área laboral. Nunca se debe mostrar ante terceros que favorecemos a nuestra pareja, aun así, tampoco se debe endurecer el trato con la pareja ni exigirle más que al resto de los compañeros, haciendo de la relación sentimental una decadencia abusiva. Estas situaciones extremas son tóxicas, tanto para la relación personal como para la profesional, y lo más recomendable es evitarlas.
Tomar en consideración los riesgos legales y psicológicos
Cuando la relación personal se combina con la profesional, y no se sabe cómo llevar correctamente esta mezcla, es altamente peligrosa, casi como una bomba a punto de estallar. Es totalmente normal que algún compañero de trabajo nos atraiga, y si podemos sentir el impulso de seducir, lograr tener una relación, tampoco debemos considerarlo un delito. Sin embargo, cuando ocurre en el ámbito laboral, se debe tomar precaución para que esta situación de emparejamiento o de seducción no entorpezca la relación laboral de estas dos personas y de las demás personas de la empresa donde trabajan.
Si esta atracción se presenta con algún jefe de la empresa, se hará aún más imprescindible tratar el asunto con cuidado especial. Queremos hacer entender, que se debe tener cuidado de que el afecto no nuble el buen juicio y que no se convierta en una situación donde se ejerza la autoridad y el poder. Disminuir una situación estresante de intimidación e incomodidad. Cuando el acercamiento no es prudente ni aceptado por la otra persona, se presenta un caso potencial de acoso, que puede derivar en consecuencias psicológicas y acarrear consecuencias legales.
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